El año 2025 comienza con señales preocupantes en el frente exterior para la economía española. Según los últimos datos del Informe Mensual de Comercio Exterior, publicados por el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, el déficit comercial ascendió en los dos primeros meses del año a 9.618 millones de euros, lo que supone un aumento interanual del 58,2% respecto al mismo periodo de 2024. Se trata del peor arranque de año desde al menos 2016.
Esta cifra refleja un fuerte desequilibrio en la balanza comercial española, impulsado por un récord en el volumen de importaciones, que subieron un 4,9% interanual hasta alcanzar los 71.371 millones de euros, mientras que las exportaciones retrocedieron un 0,4%, situándose en 61.753 millones de euros. La tasa de cobertura, que mide la proporción de importaciones que pueden pagarse con exportaciones, cayó al 86,5%, 4,6 puntos menos que un año antes.
El empeoramiento del déficit comercial se produce en un contexto en el que España mantiene un elevado nivel de endeudamiento. Aunque los datos más recientes de deuda pública provienen del cierre de 2024, según Eurostat, el país registró una deuda equivalente al 101,8% del PIB, situándose como la quinta más alta de la Unión Europea, solo por detrás de Grecia, Italia, Francia y Bélgica. Esta cifra, si bien mejora ligeramente respecto al 105,1% de 2023, sigue por encima del umbral del 60% marcado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
El déficit público también se moderó, pasando del 3,5% al 3,2% del PIB en 2024, pero continúa por encima del límite del 3% establecido por Bruselas. Esta combinación de alta deuda, déficit estructural y desequilibrio comercial proyecta una imagen de vulnerabilidad macroeconómica que contrasta con la resistencia mostrada por algunos sectores exportadores.
Alimentación, bebidas y tabaco con saldos positivos
Entre los sectores que lograron mantener saldos positivos en la balanza comercial destacan alimentación, bebidas y tabaco (3.382 millones de euros), semimanufacturas no químicas (1.048 millones), otras mercancías (1.098 millones) y el automóvil (687 millones). Además, el superávit comercial con la Unión Europea alcanzó los 4.908 millones de euros, con contribuciones destacadas de las relaciones bilaterales con Francia, Portugal y Reino Unido.
No obstante, el aumento de las importaciones ha sido generalizado y especialmente pronunciado en las compras procedentes de Estados Unidos, que crecieron un 13% interanual hasta alcanzar los 5.413 millones de euros, frente a unas exportaciones hacia ese país que se mantuvieron estables en 2.760 millones. Esto refuerza el déficit bilateral con la primera economía del mundo.
Baleares, Canarias y Castilla-La Mancha lideran el crecimiento exportador
Desde el punto de vista regional, comunidades como Baleares, Canarias y Castilla-La Mancha lideraron el crecimiento exportador, con incrementos interanuales del 28,4%, 11,7% y 11,1%, respectivamente. Además, el número de exportadores regulares —aquellos con actividad continuada durante al menos tres años— aumentó un 1,1%, hasta los 36.298, y representaron el 96,5% del valor total exportado hasta febrero.
La economía española ha comenzado 2025 bajo el signo de los desequilibrios externos e internos. A los niveles estructuralmente altos de deuda pública y déficit presupuestario se suma ahora un deterioro considerable del déficit comercial, que marca un máximo en términos de arranque de año desde al menos 2016. El desequilibrio en la balanza de bienes, lejos de corregirse, se amplía de forma significativa en los primeros compases del ejercicio.
Según informe mencionado anteriormente, el déficit comercial alcanzó los 9.618 millones de euros entre enero y febrero, un aumento del 58,2% respecto al mismo periodo del año anterior. El fuerte incremento se explica principalmente por el repunte de las importaciones, que crecieron un 4,9% interanual, hasta los 71.371 millones de euros, mientras que las exportaciones retrocedieron un 0,4%, situándose en 61.753 millones.
Esta combinación ha provocado un descenso en la tasa de cobertura –relación entre exportaciones e importaciones– que cayó hasta el 86,5%, 4,6 puntos porcentuales menos que en el arranque de 2024. Se trata de un dato que refleja con claridad el deterioro de la competitividad relativa en un contexto global de ralentización del comercio y tensiones geopolíticas.
España conserva su lugar entre los países más endeudados de Europa
En paralelo, la situación de las finanzas públicas tampoco permite hablar de margen de maniobra amplio. Según la última notificación de Eurostat, al cierre de 2024 la deuda pública española se situó en el 101,8% del PIB, consolidando su posición como la quinta más alta de la Unión Europea. Solo Grecia, Italia, Francia y Bélgica presentan ratios superiores.
Si bien esta cifra representa una ligera mejora frente al 105,1% registrado en 2023, sigue claramente por encima del umbral del 60% contemplado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Asimismo, el déficit presupuestario del conjunto de las administraciones públicas cerró el año en el 3,2% del PIB, un nivel que, aunque inferior al del ejercicio anterior, continúa excediendo el límite del 3% establecido por Bruselas.
Superávits sectoriales que amortiguan el impacto
Pese al saldo global negativo, varios sectores continúan mostrando capacidad para generar superávit exterior. El más destacado sigue siendo el de alimentación, bebidas y tabaco, que acumuló un superávit de 3.382 millones de euros en el bimestre. Le siguen otras mercancías (1.098 millones), las semimanufacturas no químicas (1.048 millones) y el sector del automóvil (687 millones), que mantiene su fortaleza exportadora a pesar de un contexto volátil.
A nivel geográfico, el superávit comercial con la Unión Europea alcanzó los 4.908 millones, con aportaciones destacadas de las relaciones bilaterales con Francia (3.034 millones), Portugal (2.776 millones) y Reino Unido (2.266 millones).
EE. UU., Reino Unido y Japón, claves fuera de la UE
En cuanto al comercio con economías extracomunitarias, el comportamiento ha sido desigual. Las exportaciones a Estados Unidos se mantuvieron estables en 2.760 millones de euros, mientras que las importaciones procedentes de ese país crecieron un 13%, hasta alcanzar los 5.413 millones, ampliando así el déficit bilateral.
Por otro lado, las ventas a Reino Unido se incrementaron un 18,7%, las dirigidas a Japón un 11,4% y las de países no pertenecientes a la UE en su conjunto crecieron un 6,8%, lo que contrasta con la evolución plana en el mercado comunitario.
Puntos clave
- El déficit comercial se dispara un 58,2% en el primer bimestre del año y alcanza los 9.618 millones, el peor arranque desde al menos 2016.
- Las importaciones marcan un récord histórico: suben un 4,9% hasta los 71.371 millones.
- Las exportaciones caen un 0,4%, aunque resisten mejor que en otras grandes economías europeas.
- La tasa de cobertura cae al 86,5%, reflejo de un deterioro en la capacidad de financiar las compras exteriores con ventas al exterior.
- España cerró 2024 con una deuda del 101,8% del PIB, la quinta más alta de la UE, y un déficit público del 3,2%.