La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado su intención de reformar los contratos a tiempo parcial y regular el uso de horas extraordinarias y complementarias, con el objetivo de evitar abusos laborales que afectan principalmente a las mujeres en el sector del comercio.
Díaz ha señalado que, en muchas ocasiones, se utilizan contratos a tiempo parcial para encubrir jornadas completas mediante el uso indebido de horas extra. "El ajuste se hace con las mujeres", ha afirmado la ministra, refiriéndose a que, en el comercio, muchas trabajadoras tienen contratos de 30 horas semanales, pero terminan realizando jornadas completas debido a la imposición de horas complementarias.
El economista Gonzalo Bernardos ha expresado su opinión sobre esta medida, destacando que el sistema de horas extras en España es muy limitado. "Creo que no se pueden hacer ni 100 horas al año, lo cual es muy restrictivo", ha comentado. Bernardos recuerda que, en décadas pasadas, las horas extras permitieron a muchas familias mejorar su situación económica y brindar mejores oportunidades a sus hijos.
"Nosotros, los que nacimos en las décadas de los 60 y 70, fuimos los hijos de la generación de las horas extras. Nuestros padres trabajaban horas extras, lo que nos permitió estudiar, ir a la universidad y mejorar nuestras vidas. Sin esas horas extras, nuestro futuro habría sido mucho más difícil".
Gonzalo Bernardos, economista.
Además, Bernardos subraya la importancia de que las horas extras sean opcionales y remuneradas adecuadamente. "Si las quieres hacer, las haces, y si no, no las haces, pero deberían pagarse más que una hora normal", opina el economista.
Sin embargo, advierte sobre la necesidad de un control exhaustivo para garantizar que estas horas se paguen realmente, ya que en muchos sectores no se remuneran, como en auditorías, consultorías o trabajos de cuello blanco. "Con la inteligencia artificial y la economía digital, la Inspección de Trabajo debería poder controlar las horas extras de manera más eficaz", añade.
España lidera los contratos a tiempo parcial
En cuanto a los contratos a tiempo parcial, Bernardos señala que España es el país de la Unión Europea con más personas trabajando a tiempo parcial de manera involuntaria. "Cambiar esa situación es complicado, ya que las empresas tienen necesidades específicas de personal", explica. Propone que el Gobierno podría establecer que las personas que trabajan a tiempo parcial cobren más, por ejemplo, aplicándoles un salario mínimo especial. Sin embargo, reconoce que eliminar el gran volumen de trabajos a tiempo parcial no deseados sería muy difícil.
El economista pone como ejemplo el sector hotelero, donde es necesario que las habitaciones estén listas por la mañana para recibir a los nuevos huéspedes al mediodía, lo que no requiere personal a tiempo completo. Situaciones similares se dan en restaurantes que solo abren por las noches o los fines de semana. "Aunque la ministra de Trabajo quiera mejorar la situación, cambiar de la noche a la mañana un mercado con tanto trabajo a tiempo parcial no deseado a un mercado con solo trabajos a tiempo completo es francamente difícil", concluye Bernardos.
Empleada a tiempo parcial.
La ministra Díaz también ha mostrado su disposición a corregir el artículo 12 del Estatuto de los Trabajadores, que regula el contrato a tiempo parcial, para evitar que se enmascaren jornadas completas bajo este tipo de contratos. "Esto tiene que ser corregido y este eufemismo que son las horas extraordinarias y complementarias, que hacen un mecanismo acordeón", ha explicado.
Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), la tasa de parcialidad en España ha disminuido en los últimos años hasta el 14%, pero el 90% de esa parcialidad es de carácter involuntario y mayoritariamente femenina. Las mujeres tienen una tasa de parcialidad del 25,6%, frente al 11,8% de los hombres.
CCOO ya había planteado la necesidad de reformar el trabajo a tiempo parcial y propuso varios cambios, como la transformación de estos contratos en tiempo completo cuando la suma de horas ordinarias más las complementarias alcancen un determinado porcentaje, o establecer una retribución adicional de las horas complementarias.
Además de la reforma del empleo parcial, Díaz ha mencionado que queda pendiente el desarrollo del contrato formativo, que apenas se utiliza debido a la prevalencia de falsos becarios en el mercado laboral.
Puntos clave
- La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, propone una reforma profunda de los contratos a tiempo parcial y la regulación de las horas extraordinarias y complementarias.
- Díaz critica el uso indebido de contratos a tiempo parcial para encubrir jornadas laborales completas, mediante la imposición de horas extra, lo que perjudica principalmente a las trabajadoras del sector comercial.
- El economista Gonzalo Bernardos destaca la necesidad de una regulación más flexible de las horas extra, pero enfatiza la importancia de que sean voluntarias y remuneradas de manera justa, con un control riguroso.
- Bernardos señala que España lidera la Unión Europea en trabajo a tiempo parcial involuntario, subrayando la dificultad de revertir esta situación debido a las necesidades específicas de las empresas, aunque propone soluciones como un salario mínimo especial para estos trabajadores.