El último informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) vuelve a poner el foco en el futuro del sistema de pensiones en España, cuyo gastó alcanzó niveles históricos el pasado mes de marzo. Aunque confirma que se cumple la regla de gasto establecida, advierte que las reformas aplicadas hasta la fecha no han logrado mejorar la sostenibilidad del sistema a largo plazo.
Según sus proyecciones, el gasto en pensiones seguirá en aumento hasta 2050, alcanzando el 16,1% del PIB, lo que supone un incremento de 3,4 puntos respecto a 2022. Este crecimiento es incluso superior al que la propia AIReF estimaba hace dos años, cuando preveía un aumento de tres puntos.
Evolución del gasto en pensiones.
En cuanto a los ingresos, las medidas implementadas desde 2020 para reforzar la financiación del sistema apenas suponen un impacto medio del 1,4% del PIB. Factores como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, la reforma de los autónomos o el incremento del Salario Mínimo han sumado en términos de recaudación, pero no lo suficiente para compensar el incremento del gasto previsto.
El informe también destaca que la presión sobre el sistema se intensificará en las próximas décadas. Se espera que el número de pensionistas pase de los 10 millones actuales a más de 17 millones en 2055, lo que exigirá un mayor esfuerzo financiero por parte del Estado.
¿Reformas 'fake'?
En este contexto, el economista Gonzalo Bernardos ha manifestado su preocupación por la situación actual y ha señalado que las reformas implementadas por el Gobierno "han sido reformas 'fake'; no han solucionado nada y, de hecho, han empeorado los problemas existentes".
Según Bernardos, existen tres vías principales para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones: aumentar las cotizaciones sociales, retrasar la edad de jubilación o reducir el importe de las pensiones. "El Gobierno socialista ha optado por la primera opción, pero el aumento de cotizaciones tiene un límite, ya que, si se incrementan demasiado, pueden afectar negativamente a la creación de empleo", advierte el economista.
Diferentes asociaciones de pensionistas agrupadas en torno a la Unidad de Acción de Madrid para defender la revalorización de las pensiones.
A pesar del actual récord en la creación de empleo, Bernardos sostiene que los ingresos adicionales por cotizaciones "son absolutamente insuficientes para hacer frente al gasto de las jubilaciones del baby boom". Actualmente, estima que el déficit del sistema de pensiones asciende a 65.000 millones de euros, una cifra que considera asumible, aunque reconoce que sería preferible reducirla.
Sin embargo, el verdadero problema radica en el envejecimiento de la población y en la jubilación masiva de la generación del baby boom. "Cada vez se jubilan más personas y, además, reciben pensiones más altas que las generaciones anteriores", destaca.
Bernardos sostiene que los ingresos adicionales por cotizaciones "son absolutamente insuficientes para hacer frente al gasto de las jubilaciones del baby boom"
Este fenómeno, según Bernardos, ejercerá una presión creciente sobre el presupuesto público, lo que impactará negativamente en otras áreas esenciales como la sanidad, la educación o las infraestructuras. Por ello, insiste en la necesidad de abordar una reforma profunda del sistema. En su opinión, los próximos gobiernos se verán obligados a hacerlo, ya que Bruselas exigirá cambios para seguir proporcionando fondos europeos. "Las soluciones no son populares, pero son inevitables: alargar la edad de jubilación o reducir las pensiones", sentencia.
Buscar un consenso político
Bernardos deja clara su postura personal al respecto: "Yo no soy partidario de reducir las pensiones, pero sí de retrasar la edad de jubilación". No obstante, reconoce que esta medida es difícil de aplicar debido a la mentalidad predominante en la sociedad española.
"Muchos tienen 56 años y ya están pensando en jubilarse, lo que hace que cualquier intento de reforma suponga un enorme coste electoral para el partido que lo impulse", explica. Por ello, defiende que la solución debería alcanzarse mediante un consenso político amplio, aunque admite que esto será complicado en el actual panorama político.
En su propuesta concreta, el economista sugiere que la edad de jubilación aumente automáticamente en función de la esperanza de vida. "No podemos permitir que solo unos pocos se jubilen a los 67 años mientras otros lo hacen a los 65 por haber cotizado 38 años y medio", argumenta. En su opinión, la edad de jubilación debería fijarse en 67 años para todos, con penalizaciones mucho más severas para quienes opten por retirarse antes sin una causa justificada.
El debate está sobre la mesa. La AIReF ha lanzado la alerta y los expertos coinciden en que es imprescindible adoptar medidas de calado.
Puntos clave:
- La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) advierte que, a pesar de las reformas implementadas, el sistema de pensiones no es sostenible a largo plazo.
- Se prevé un incremento significativo del gasto en pensiones hasta 2050, alcanzando el 16,1% del PIB.
- Las medidas adoptadas para reforzar la financiación del sistema han tenido un impacto limitado, siendo insuficientes para compensar el aumento del gasto previsto.
- Expertos como Gonzalo Bernardos señalan la urgencia de implementar reformas estructurales, sugiriendo opciones como aumentar las cotizaciones sociales, retrasar la edad de jubilación o reducir el importe de las pensiones.