Existen dos caras en la moneda en lo que a subidas salariales se refiere. Y es que, si bien los trabajadores notan repercusiones positivas, las empresas ven aumentados sus costes. En concreto, según alerta la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), la última subida del SMI hasta los 1.184 euros, costará ochenta euros mensuales más a las empresas por trabajador.
Además, desde el organismo denuncian que la subida del SMI ha comprometido la creación de 350.000 puestos de trabajo en empresas pequeñas. Si bien España se encuentra en séptima posición en cuanto al mayor salario mínimo de la Unión Europea, desde Cepyme señalan que también es el más costoso de los veintisiete, según un informe realizado por la propia organización.
Los costes por trabajador para las empresas suben
El SMI se ha incrementado un 73,1% entre 2016 y 2024 y, con la subida del 4,4% en 2025 hasta los 1.184 euros, el incremento acumulado desde 2016 será del 80,7%. Esto, según Cepyme, sitúa el coste salarial mensual para un trabajador que percibe el SMI en catorce pagas, con las cotizaciones sociales a cargo de la empresa y el Mecanismo de Equidad Intergeneracional entre los 1.816 y los 1.903 euros, según sea el tipo de cotización por accidentes de trabajo. Es decir, un 56% y 62% más, respectivamente. “Si, además, el coste anual se prorratea entre once meses de trabajo, descontando el mes de vacaciones, el coste salarial efectivo por mes de trabajo está en un rango de entre 1.981 y 2.076 euros”, añaden.


Las pymes, las más castigadas
Cepyme calcula que el salario mínimo interprofesional de 1.184 euros supone el 61,8% del sueldo medio neto de jornada completa, con lo que supera el umbral del 60% de la remuneración media sugerido por la Carta Social Europea. Además, señalan, la última subida situará el SMI en el 70% de la remuneración media de las pequeñas y medianas empresas.
“La subida del SMI ha superado con creces el incremento de las ventas de las pymes. Eso supone una presión sobre los márgenes que limita la capacidad de inversión y reduce la solvencia de las pequeñas empresas”, explican desde la entidad. Los aumentos del SMI también han venido acompañados de un aumento de los costes generales (energía, servicios, insumos…) y de una disminución de la productividad.
Así, la productividad media por ocupado en el último trimestre de 2024 fue un 2,3% inferior a la de cinco años antes, provocando que el salario mínimo español sea el más costoso de la Unión Europea en relación a la evolución de la productividad.
"Si bien hay otros casos con una reducción de la productividad simultánea a un incremento del salario mínimo por encima de la inflación (Alemania, Australia,
Canadá, Luxemburgo, Nueva Zelanda y Japón), en ninguno de ellos se alcanza la desproporción de nuestro país, que aúna el mayor incremento salarial y el segundo mayor descenso de la productividad", detalla el estudio.

"Como consecuencia de esa evolución al alza desacompasada de la evolución de la productividad, la inflación y las ventas, cae la rentabilidad de las pymes, lo que mina su capacidad de generar inversión y crear empleo”, explican desde Cepyme.
En específico, la gravedad de la situación se agudiza especialmente en las micropymes, con una menor productividad asociada a su tamaño y, en consecuencia, sueldos más bajos.

Incentivos para la mecanización e impacto negativo en el empleo
Para Cepyme, una de las consecuencias de una subida del salario mínimo mayor al incremento de los costes de los bienes de equipo es que se produce mecanización, es decir, el reemplazo de la mano de obra por maquinaria. “Promover, aunque sea de forma involuntaria, el reemplazo de mano de obra por maquinaria es un contrasentido, teniendo en cuenta que España continúa teniendo la mayor tasa de paro de la UE”, recalcan.
Otra consecuencia es la menor creación de empleo en pequeñas y medianas empresas, derivada de unos mayores costes. Mientras el número de asalariados en grandes firmas creció desde 2018 en un 27,8%, el número de empleados de las pequeñas empresas solo aumentó un 0,9%. “De haberse mantenido el mismo crecimiento relativo entre 2018 y 2024, el empleo en las microempresas debería haber crecido un 12,9% en lugar del 0,9% en que lo hizo. Esto equivale a la no creación de alrededor de 350.000 puestos de trabajo”, apuntan desde Cepyme.
Puntos clave
- La última subida del SMI costará ochenta euros mensuales más a las empresas por trabajador, según Cepyme
- Además, se ha comprometido la creación de 350.000 puestos de trabajo en empresas pequeñas
- Las subidas del SMI fomentan el reemplazo de la mano de obra por maquinaria, según este organismo
- Para Cepyme, ningún otro país del entorno económico aúna una subida salarial superior a la inflación tan desproporcionada, teniendo en cuenta el descenso de la productividad