Guía para hacer crecer tu dinero fuera de tu país: globalización y sus efectos en el mercado inmobiliario

Decantarse por invertir en el mercado inmobiliario, dado que vivimos en un mundo cada vez más globalizado y donde las comunicaciones vuelan a la velocidad de la luz, es una opción cada vez más factible para aquellos inversores que buscan diversificar su dinero invertido y obtener altos rendimientos. 

El interés por hacerse con un inmueble a miles de kilómetros como fuente de beneficios es creciente. Pero, como habría que hacer con toda inversión, hay que valorar, planificar y tomar una reflexionada decisión para ser consciente y aprovechar las ventajas que ofrezca el inmueble o el país en el que pongamos nuestra atención y, por supuesto, no menospreciar los riesgos.

La inversión en bienes raíces sigue siendo una forma segura de hacer crecer nuestro patrimonio, pero hay que tener en cuenta el país en el que se encuentren dichos bienes, intuir las mejores oportunidades y tratar de evitar todo tipo de altibajos o inestabilidad política, que en muchas ocasiones repercute sobre la economía. El nivel de vida existente en el país en el que nos hayamos fijado, sus leyes e impuestos y la accesibilidad del mismo también son factores que hay que tener en cuenta.

Comprar inmuebles en otros países permite dos posibles ventajas: diversificamos nuestras inversiones, en vez de concentrarlas. Y podemos decantarnos por países de economías emergentes, con lo que evitaremos posibles crisis y obtendremos mejores y más cuantiosos beneficios.

Ciudades interesantes

Según un ranking de Visit World, los países de Europa del este más interesantes de cara a invertir en inmuebles durante el pasado año fueron Macedonia, Moldavia, Bosnia y Herzegovina, y Bulgaria. Hacerlo en estas naciones podría suponer pagar entre 940 y 1400 euros el metro cuadrado. Mientras, si nos referimos a ciudades de Europa Occidental, con una oscilación de precios que iba de los 221.000 euros de media de la capital belga a los 365.000 euros de la capital finlandesa, estas fueron las diez primeras en las que los precios de las viviendas para invertir fueron los más interesantes:

1. Bruselas
2. Lisboa
3. Madrid
4. Reykjavik
5. La Valeta
6. Berlín
7. Roma
8. Viena
9. Dublín
10. Helsinki

Según otros estudios y saliéndonos ya de Europa, Bali, México y algunos estados de EEUU suelen estar siempre en la lista de opciones preferentes. En cambio, invertir en París, Londres o Luxemburgo es sinónimo de hacerlo en tres de las ciudades más caras del mundo. El metro cuadrado asciende en estas ciudades a 13.700, 12.800 y 11.240 euros respectivamente.

Otro de los factores que hay que vigilar de cerca antes y durante nuestra inversión es si el país en el que queremos adquirir un inmueble ofrece ventajas fiscales. Y es que hay países que precisamente necesitan inversiones y disponen de una serie de beneficios o incentivos fiscales que pueden hacer que nos decantemos por ellos en detrimento de otros. También hay que tener en cuenta si nuestro inmueble podría verse revalorizado a largo plazo, un proceso que suele darse en países emergentes económicamente.

Estudiar la moneda

Igual que hacemos cuando vamos a pasar unas vacaciones en un país en el que se usa una moneda distinta a la nuestra, el tipo de cambio es otro de los factores que pueden hacer cambiar nuestra decisión. Seguramente si es una moneda distinta al euro puede que sea más débil y que salga a cuenta comprar un inmueble, pero si por ejemplo alguien nos alquila dicha propiedad con su moneda los beneficios que obtendremos lógicamente serán menores que si nos pagasen en euros.

Además de la moneda o los incentivos fiscales, también hay que conocer bien la legislación de cada país en el que pretendamos adquirir bienes raíces. Si no se conocen las leyes locales se puede contratar un asesoramiento realizado por un bufete, por ejemplo, que tenga experiencia en trámites inmobiliarios y que sea local. Una sencilla fórmula para evitar riesgos, pérdidas o malentendidos.

También es frecuente en este tipo de inversiones, si queremos alquilarlas sin tener que desplazarnos hasta el país en el que hemos comprado un inmueble, contratar los servicios de mantenimiento del mismo. Que directamente sea una empresa la que alquile, entre y recoja las llaves o se encargue de la limpieza y los bienes que haya dentro de la propiedad para poder “desentendernos” de la logística nos proporcionará menos beneficios (debido al gasto de esa intendencia) pero a la vez una gran tranquilidad. 

En definitiva, es importante tener un conocimiento profundo del país en el que vayamos a invertir, ser conscientes de las ventajas y los inconvenientes (quizás hasta no dominemos el idioma del país) y actuar con paciencia y con visión a largo plazo. Una manera de lograr que la inversión acabe resultando satisfactoria.

Puntos clave:

• Una opción más que interesante para invertir en inmuebles en el extranjero es hacerlo en países de economías emergentes

• Bruselas, Lisboa, Madrid suelen ser ciudades interesantes para invertir, todo lo contrario que ocurre si hablamos de París o Londres

• Hay países que precisamente necesitan inversiones y disponen de una serie de beneficios o incentivos fiscales

• El tipo de cambio, las leyes locales o incluso el idioma, factores que hay que tener en cuenta para decantarnos por un país u otro